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Buenos Aires- El vicepresidente Julio Cobos advirtió hoy, tras haber votado ayer contra el proyecto oficial de retenciones, que “no se me cruza (por la cabeza) renunciar”, porque, según dijo, “sería traicionar la voluntad popular”.
Cobos, al formular declaraciones cuando salía de su casa de Ezeiza, aclaró que hasta las 9.30 no había hablado con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero le reiteró lo que dijo anoche en el Senado: “espero que me entienda”.
El vicepresidente argumentó su voto recordando que “vengo de otro espacio político” y que “hasta el propio oficialismo estaba dividido”, en tanto dijo sentirse “muy bien” y “muy tranquilo con mi conciencia y mi responsabilidad” con su decisión, porque, evaluó, “creo que el país se va a pacificar”.
Confió que, a partir de ahora, “el país entre en otra etapa” y que “ojalá se entienda el mensaje que dí”.
Pidió dar “vuelta la página a lo que hemos vivido”, al señalar que se está ante “la oportunidad de comenzar una nueva etapa, también para la Presidenta”.
Negó que su voto haya generado una “crisis política” en el Gobierno, y en cuanto a su futura relación con la Presidenta, aclaró que “no depende de mí. Tengo la buena intención, ella es capaz, inteligente”.
“Este es un conflicto que, para mí, tomó una magnitud innecesaria. Hablamos de una resolución que afecta un área de la economía”, minimizó enseguida Cobos, quien comentó que, antes de definir el voto, “escuché a los intendentes” que le pidieron que rechazara el proyecto de retenciones móviles.
Reiteró que “voté conforme a mis principios”, porque “creo que era lo mejor”, ya que la resolución, recordó, había sido criticada “por todos lados”.
También comentó que “no creí que iba a llegar a esta gran responsabilidad (de desempatar), pero uno -dijo- tiene que estar preparado para todo”.
Cuando se le preguntó si podría estar pensando en renunciar, Cobos respondió tajante: “no se me cruza renunciar, sería traicionar la voluntad popular”.
De la misma manera, consideró que si le pidieran desde la Casa Rosada la renuncia, se estaría “afectando la institucionalidad”, y recordó que “no se le puede pedir a alguien elegido con la misma cantidad de votos que la Presidenta”.
“Yo no pienso renunciar”, insistió.
Cobos salió de su casa cerca de las 9.20, poco más de dos horas después de haberse acostado tras la martónica sesión de anoche en la cámara alta.
Vestido con habitual traje, recibió el apoyo de algunos vecinos de Ezeiza, que lo aplaudieron y le gritaron “íbravo!”; el vicepresidente expresó sus deseos de viajar a su provincia, Mendoza, para ver a sus hijos.
Volvió a argumentar que su intención, previo al desempate, era pasar a cuarto intermedio para consensuar otro proyecto y que eso se lo comunicó al jefe de Gabinete, Alberto Fernández: “no fui comprendido”, se lamentó.
Cuando se le recordó que, al fundamentar su voto, se lo había notado “quebrado”, Cobos lo atribuyó a “las contradicciones que uno tiene”.
Por otro lado, consideró “innecesario que se haya llegado a esto”.
En ese sentido, se mostró “de acuerdo con la distribución de la riqueza”, el caballito de batalla del Gobierno, pero advirtió que “también tiene que haber rentabilidad razonable para distribuir”.
Cobos se dirigió asimismo al campo, sobre todo “a la gente que actuó mal tomando represalias con algunos de los senadores que tuvieron una postura distinta”, y les pidió “madurez”, porque “no debemos olvidar lo que pasó en 2001”.
Según dijo, con la decisión del Senado “no es que se esté en contra del modelo, ni nada. Acá se pedían algunas modificaciones” al proyecto ofricial.
También descartó que la gente quiera que la Presidenta se vaya: “la gente quiere que termine (su mandato) y de la mejor forma posible, después de lo que vivimos en 2001”, pero reclamó: “queremos más institucionalidad”. (DyN=
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